Pinus sylvestris L.
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Familia PINÁCEAS
Pino silvestre, pino serrano, pino albar.
DESCRIPCIÓN
Árbol perennifolio, hasta de 40 m, de copa piramidal y tronco grueso cuya corteza se desprende en placas papiráceas. Hojas aciculares, de 5-10 cm de largas, dispuestas en grupos de dos, que permanecen en el árbol de 3 a 4 años. Estróbilos ovoide-cónicos, hasta de 8 x 4 cm, subsésiles. Escamas con escudete dorsal (apófisis) romboidal. Semillas (piñones) de 3-5 mm, con ala de 12-17 mm.
FLORACIÓN
Mayo-junio (las piñas maduran en el otoño del año siguiente).
HÁBITAT Y DISTRIBUCIÓN
Indiferente al sustrato. Se halla en las laderas y cumbres de las montañas a 1000-2000 m de altitud, cota que desciende hacia la latitud norte hasta menos de 500 m.
Su área ocupa Europa y gran parte de Asia. En la Península las masas arbóreas más importantes de pino albar se encuentran en los Pirineos, Sistema Ibérico, Maestrazgo y Sistema central.
Espontánea y cultivada como árbol forestal. Es de rápido crecimiento y resiste bien el frío y las heladas primaverales.
OBSERVACIONES
Existen numerosas categorías infraespecíficas cuyo tratamiento taxonómico no está bien establecido. El término específico, sylvestris, se debe a que en Suecia, patria del insigne naturalista Linneo, es el único pino que crece de forma natural.
Las ramificaciones más tiernas son ramoneadas por el ganado.
La madera es compacta, resistente, fácil de trabajar y tiene múltiples aplicaciones: construcción, carpintería, ebanistería, contrachapados, barcos, etc. El pino albar es el más utilizado en repoblaciones forestales y prospera en todo tipo de suelos. Su longevidad en zonas montañosas se estima en unos 200 años.